Etiquetando las etiquetas

Cuando escuchamos la palabra etiqueta a la mayoría de las personas nos trae a la mente un pequeño trozo de papel, tela o cartoncillo con diferentes diseños e información, las cuales diariamente encontramos en todos los productos que consumimos. Quizás no pongamos demasiada atención en ellas, pero las etiquetas siempre tienen un fin.

La mayor parte de ellas incluyen información sobre el producto, como ingredientes, precio y caducidad; o en la ropa nos indican materiales, tallas e instrucciones de lavado. También pueden contener un código de barras, que generalmente es más para uso del comerciante que para el público en general.

Existen diferentes tipos de etiquetas; por ejemplo, las etiquetas autoadheribles, éstas las podemos encontrar en diferentes materiales como papel, poliéster, polipropileno, etc. Así que, si necesitamos etiquetas para algún producto, deberemos tener en cuenta varios puntos para saber qué medida, forma  y material es el más adecuado.

Primero, debemos definir la superficie en la que será colocada; si es plana, áspera, con curvas, de metal, de plástico, de vidrio, etc. Después debemos saber en qué tipo de ambiente será usada, es decir, si nuestro producto estará expuesto o no al aire libre y al sol, si tendrá contacto con el agua o si estará en refrigeración o ambientes húmedos.

Una vez definido esto, sabremos si nos sirve una etiqueta de papel o necesitamos una etiqueta plastificada; por ejemplo, si nuestra etiqueta tendrá un tiempo de existencia muy corto, en algún empaque que será destruido al ser abierto y el producto estará exhibido en alguna tienda, en un ambiente cerrado, sin duda la etiqueta de papel será la más adecuada.

En cambio, si queremos una etiqueta para alimentos que necesitan refrigeración o están propensos a contaminarse de grasa o polvo, u objetos que necesitan ser acomodados y aseados constantemente, como libros y objetos decorativos, entonces nuestra mejor opción será una etiqueta plastificada, resistente a la humedad, o al contacto con el agua y resistente también a la continua manipulación por parte de las personas.

Existen también las etiquetas autoadheribles de seguridad, muy recomendadas para usarse como sello de seguridad, garantías o sellos de autenticidad, ya que por el tipo de material con que están fabricadas, al desprenderse dejan una marca o la palabra void, en la superficie u objeto donde fueron colocadas, siendo imposible volver a ubicarlas en el mismo lugar, haciendo evidente que fueron transgredidas o que alguien quiso desprenderlas.

Puedes encontrar también etiquetas fosforescentes, muy útiles para aplicar en cajas de aceptado y rechazado. O etiquetas de papel holográfico, ideales para usarse como reconocimiento visual. Encontrarás también etiquetas de papel destructible, que pueden servir como sello de seguridad o garantía, y muchas más. Estos son solo algunos ejemplos,  pero como te darás cuenta existe una gran variedad en etiquetas auto adheribles.

Los beneficios de usar etiquetas en tus productos

  • Puedes identificarlos de manera fácil y rápida.
  • Puedes realizar inventarios por medio de etiquetas con códigos de barras.
  • Proporcionas a tus clientes información sobre tu producto de manera inmediata.
  • Puedes clasificar tus productos de una manera sencilla.

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